Ramón quiere lanzar su primer negocio: la máquina de café expreso. Y empieza ofreciéndosela a Víctor y Juliana para La Deliciosa. Humildad le confiesa a Teresa su implicación en los planes de su marido para condenar a Cayetana. Teresa corre a la calle Acacias: tiene que advertir a la recién liberada Cayetana que corre peligro. Servando está emocionado con el papel de policía que le ha prometido Martín en la próxima película, y molesta a todo el servicio con sus ensayos de las persecuciones.