El inspector Peiró tiene la limosnera como prueba de la incursión de Teresa en casa de Cayetana; como sabe quién es su dueña le permite a Mauro que se haga con ella, pero que le sirva de advertencia. Gracias a la intervención de Maximiliano salen a la luz testimonios de las víctimas de Malia y por fin se consigue una denuncia social contra el falso doctor. María Luisa le confiesa a Trini que sabía que su madre no la quería y que nunca hubo un naufragio: fue una huída con otro hombre que no era su padre. Trini la consuela como puede.