Nacido como un poblado de campesinos y mineros resistentes al régimen de Pinochet, La Legua Emergencia continúa a día de hoy siendo un núcleo de rebelión contra las autoridades locales. Un barrio que supone un dolor de cabeza para el Gobierno, que lleva años tratando de acabar con la delincuencia y el narcotráfico en el corazón de la capital chilena, en uno de los países más desarrollados de América Latina. ¿Se reducirá algún día esta legua de distancia entre la ley y el crimen en este enclave?