A pesar de ser uno de los países más ricos del mundo, Estados Unidos no garantiza sanidad pública gratuita a sus ciudadanos. Las cifras muestran que cada persona gasta una media de 10.000 dólares anuales en servicios médicos y las aseguradoras aprovechan esto para cobrar altas pólizas a la población, que hasta hace poco era penalizada si no tenía cobertura privada. Desde Miami, Luis Castro habla en 'Cartas sobre la Mesa' con sus invitados del sector de los seguros sobre la salud en ese país.