A pesar de la culpa que le atormenta por haber provocado la detención de Claudio, Diego se decide a hacer del día de la boda el más feliz de la vida de Adriana. Al amanecer, Adriana sigue sin sospechar que su padre no está en Río de Janeiro sino en el "calabozo". Nacho le da la mala noticia frente a un agobiado Diego, que no sabía cómo explicarle la verdad.