La noticia de que su padre emigra a Brasil deja a Adri bastante trastabillada. La forma que Diego elige de levantarle el ánimo es, cuanto menos, chocante: confundiendo seguridad con ataduras, le ofrece embarcarse en un hipotecón estándar a cuarenta años.Ella no tarda en descubrir que ésa no es ni de lejos la vida que quiere vivir, por mucho que a Diego le ilusione... Chali, por su parte, comprueba cómo la competitiva Mariola se transforma de compañera de trabajo en encarnizada rival.