Una serie de desastres se ciernen sobre “Mirador de Montepinar”: la Agencia Tributaria acosa el imperio empresarial de Antonio Recio; Maite y Amador están a punto de perder a sus hijos definitivamente; la amistad entre Judith y Rebeca comienza a resquebrajarse peligrosamente; y Vicente, cansado de vivir, lleva a cabo un nuevo intento de suicidio. Cuando parece que la debacle está a punto de desatarse en la urbanización, un acontecimiento absolutamente inesperado e inexplicable revoluciona a los vecinos de la comunidad.