Tras regresar de Albacete, donde su madre Justi le ha aleccionado para que encauce su caótica vida, Amador llegará a “Mirador de Montepinar” con una férrea determinación: conquistar nuevamente a Maite. Amador no tendrá nada fácil conseguir su objetivo, ya que su exmujer, convertida en una ejecutiva de éxito, mostrará escaso interés en sus románticas intenciones.