Cerca de 200 atentados, casi un centenar de personas asesinadas y una veintena de secuestros convirtieron a 1980 en el año más sangriento de ETA. En esta época arranca la acción de ‘El padre de Caín’, que ha recreado el Euskadi de los 80 y de 2000 en diversos enclaves de Asturias, San Sebastián y Madrid. En el rodaje han participado cerca de 50 actores y más de 600 figurantes.