Desde el año 813, millones de personas de todo el mundo han peregrinado a Compostela.Recorren cientos de kilómetros a pie, a caballo o en bicicleta para abrazar la imagen del Santo y dar tres cabezazos en el Pórtico de la Gloria. En la Plaza del Obradoiro acaban todos los caminos, entre ellos los más transitados: el primitivo, el francés o el portugués. Muchos peregrinos continúan hasta el antiguo fin del mundo, Finisterre, igual que hace mil años, para quemar la ropa "todo lo malo del camino y volver a casa",