Josefa padece una profunda depresión. El constante trajín entre prostitutas y clientes que ve y escucha desde su ventana del barrio sevillano de Nervión tienen la culpa.Como ella hay cientos de personas en toda España que sufren junto a sus casas el ejercicio de la prostitución. Ruidos extraños, preservativos tirados en el suelo y coches que sirven de cama "express" acaparan las quejas de los ciudadanos.