La reportera de Callejeros Sonia López salta los muros de la antigua cárcel de Carabanchel. Con una extensión de más de 130.000 metros cuadrados, el presidio cerró en 1998. Pero no está vacío, dentro siguen pasando cosas. Ya no hay presos, pero en el recinto vive gente. En una garita de vigilancia una familia tiene montada su vivienda, precaria, pero limpia y ordenada.