Luisma se encuentra muy agobiado porque no logra tener el trabajo suficiente como para reunir el sueldo de Ainhoa, la joven secretaria de la que se ha enamorado y a la que ha contratado para Aidalai, su empresa de limpieza. En cambio, parece que las cosas comienzan a solucionarse cuando Tony les consigue un contrato para hacerse cargo de la limpieza de una galería de arte. Sin embargo, la torpeza de Luisma y Macu provocará más de un incidente.