Mientras Luisma está en Orlando, porque le ha tocado un viaje para visitar el museo de Bob Esponja, Lorena protagoniza un encuentro casual con Martín, su amor platónico de la infancia. Le explica que se dedica a impartir clases particulares de preparación al parto. La joven, atónita, toma nota de su teléfono y le llama a continuación para apuntarse a sus clases sin ser consciente del tema que allí se va a tratar.