Liberados de sus obligaciones, Aída, Luisma, Mauricio y Chema se citan para una tarde frente al televisor. La disputa por el control del mando pronto degenera en reproches mutuos.Liberados de sus obligaciones, Aída, Luisma, Mauricio y Chema se citan para una tarde frente al televisor. La disputa por el control del mando les lleva a discutir sobre como son cada uno de ellos. Frente a la falta de respeto que Mauricio tiene por los demás, Luisma destacará por su falta de luces, mientras que Chema será ridiculizado por su carácter indeciso y su actitud resabiada.