La debacle electoral del PP en las elecciones autonómicas y municipales del pasado domingo 24 de mayo (2,4 millones de votos perdidos) se ha llevado por delante, al menos, seis gobiernos autonómicos del Partido Popular (Baleares, Castilla-La Mancha, Cantabria, Extremadura, Comunidad Valenciana y Aragón).