En el Centro de Bioenergía de Bristol la orina es el combustible del momento y un baño exterior garantiza las reservas del laboratorio. Una vez recogida, la orina es introducida en un contenedor especial. Los científicos aseguran que mezclarla cuando está fresca aumenta su potencia. El Doctor Jonathan Winfield ha conectado un orinal a una célula de combustible biológica para mostrar cómo la orina puede cargar la batería de un teléfono móvil. “Aquí la orina no es un líquido residual, aquí es el combustible de una celda microbiana. Dentro hay bacterias que utilizarán la orina en su beneficio para producir electrones que recuperaremos como energía o como electricidad para cargar el móvil”, explica Winfield. Los investigadores aseguran que 600 mililitros de orina pueden garantizar hasta seis horas de batería en un teléfono móvil. El Doctor Tosin Obata llena ahora una botella para testar el voltaje de la orina y explica: “Esto es una cascada de seis celdas de combustible microbi