Markus es un hombre autista, no va a madurar nunca y tampoco lo desea. "La mayoría de la gente no lo entiende, a mis padres también les parece mal", dice. Su motivación se centra en jugar y divertirse, intentar lograr el reconocimiento de su padre y la cuestión de si puede encontrar su papel en esta sociedad. El documental acompaña a Markus durante un año.