El presidente de Ecuador confirma un giro en la gestión del "caso Assange” y asegura que "no fue lo más adecuado” concederle la nacionalidad ecuatoriana a Assange. También emplea un tono diferente al de su predecesor respecto a Venezuela. "Me opongo completamente a que la gente se enamore del poder. Es una falta de respeto a los liderazgos jóvenes.”