El cambio energético en Alemania está ya decidido. Pero un combustible "sucio" celebra su retorno: el carbón de lignito. Con una cuota de mercado del 25 por ciento y en continuo crecimiento, el lignito es hoy en día el mayor mineral generador de electricidad. La decisión de abandonar la energía atómica en Alemania hace que empresas eléctricas como Vattenfall amplíen sus centrales térmicas de lignito - como es el caso de la central de Boxberg en la región sajona del Oberlausitz.