Casi la mitad de los estados mexicanos, 14, han legalizado el matrimonio igualitario. El último en integrar ese derecho en su acervo legal es Puebla, uno de los más conservadores y con más asesinatos de personas LGBTI (más de 30), en los últimos siete años, según datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en México. La aprobación del matrimonio entre parejas del mismo sexo supone un logro.