La Organización Médicos sin Fronteras se ha convertido en la única esperanza de atención médica en El Salvador para miles de personas, que viven en zonas dominadas por las pandillas más violentas. En esas localidades no hay acceso al servicio público de salud. En el país centroamericano, las comunidades de la periferia capitalina, son los lugares donde hay más riesgos de contagio.