Las marchas fueron convocadas y organizadas por jóvenes estudiantes, cansados de los periódicos tiroteos en escuelas, que dejan unos 30.000 muertos a cada año en el país. La ira de los manifestantes se enfoca fundamentalmente en la clase política, incapaz de articular una respuesta efectiva a la violencia con armas de fuego. Lo analizamos con José Díaz Briseño, desde Washington.