La expresidenta interina Jeanine Áñez se encuentra estable tras un intento de suicidio, según las autoridades bolivianas. Áñez fue acusada recientemente de genocidio por la muerte de manifestantes durante su mandato. Y enfrenta, además, cargos por instigar, según las instituciones bolivianas, un golpe de estado contra su predecesor. El Parlamento Europeo la considera una presa política.