Simón y Gaspar están jugando en la huerta de los abuelos al Tula, y se encuentran un tomate verde en el suelo. Ambos, le preguntan al abuelo el por qué no están rojos. El abuelo les cuenta que hay un elfo que recoge pedacitos de sol, los pone en un bote y pinta los tomates de rojo. Simón quiere verlo.