No fiarse de las apariencias. Cuando algo malo sucede a nuestro alrededor lo más fácil es culpar a un desconocido. Eso le sucede a un nuevo amigo, Gabi, que pese a estar de paso por el bosque de los Lunnis, es acusado de desviar el cauce del río. Lucrecia aprovecha la ocasión para contarles la leyenda del peregrino que pasaba por la localidad portuguesa de Barcelos y fue acusado de robar a un vecino. Una historia clásica del camino de Santiago que dio forma al emblemático gallo portugués.