El califa de Córdoba, Abderramán III, viajó a Granada y se fascinó por su belleza y el de la joven Azahara. Dice la leyenda que mandó construir un palacio en Córdoba para que ella aceptara estar con él. Pero ni así la convencía. Plantó árboles, lo llenó deanimales.. pero ni así. Azahara lloraba por su amada Granada. Hasta que plantó cientos de almendros, que al estar en flor crearon un manto como de nieve, y así hizo feliz a su amada.