Malhumorada y furiosa. Así se queda la ardilla Surly cuando descubre que debe abandonar su hogar y emprender su camino hacia nuevos destinos. No estará sóla, la acompañará su compinche Buddy, una ratilla siempre positiva ante la vida y sobre todo una risueña roedora. Ante esta situación de descontrol, Surly y Buddy deberán buscar la manera de sobrevivir al encontrarse ante esta nueva situación. Para ello tomarán la decisión que marcará sus vidas: atracar un banco de nueces. El invierno se plantea largo y sobre todo muy frío, por ello tendrán que jugársela y conseguir la mayor comida posible para aguantar el invierno. El plan consistirá en infiltrarse sin ser descubiertos aunque este plan a priori acabará por irse de las manos y todo se irá al traste.