Si hay una población comprometida con sus visitantes, esa es Caspe, a tan sólo cien kilómetros de Zaragoza. Aquí, Javier Segarra Y Daniel Yranzo, hacen más de 1200 nuevas amigas, nada aburridas, gracias a Herminia. Como hace calor, se refrescan con una buena cerveza artesana. Y saltan de alegría cuando les inviten a carne de canguro. En Caspe no son nada secos, pero su tomate sí, así que lo prueban en varias recetas: con anguila, acompañados de Conrado, en uno de los hoteles más sostenibles de España; con longaniza, en el obrador de Amadeo; y, como no, en la fritada caspolina, hecha con los productos ecológicos de Javier y cocinada por una mujer muy curtida en encurtidos, Concha. Atentos, que aquí hay tomate. Bienvenidos a Caspe.