Si te pareces a mí, probablemente ya hayas abierto tu mes de pruebas en Netflix. Yo lo he hecho incluso algo más tarde de lo que debería, así que probablemente tu ya estés pagando la suscripción o al menos planteándotelo.

Lo que igual es más dificil es que tu reacción al probar la aplicación por primera vez en la tele haya sido como la mía.

Si no recuerdo mal mis palabras fueron algo así como:

– «Qué cabrones»

Pura envidia, ni más ni menos.

Llevo ya un tiempo dedicandome a esto, viendo aplicaciones muy diversas que han sido diseñadas para una televisión por gente con más o menos chispa. Pero nada como Netflix. Ni YouTube, ni las cadenas de televisión, ni nadie.

Y no hablo de lo «bonita» o «fea» que es la aplicacion, que para gustos estan los colores, sino a que es… bueno, una aplicación bien pensada y bien ejecutada.

Me viene a la cabeza por ejemplo Kodi, una aplicación hecha por una panda de frikis adictos a las pelis y la música que disfrutan dejando su «marca en el universo». Y eso la distingue de sus competidoras.

Es también el secreto de Netflix, que nos demuestra que no es cuestión de cuánto dinero te gastes en los mejores diseñadores gráficos sino de pensar realmente en tus usuarios a la hora de plantear tu servicio. Son aplicaciones hechas con pasión, que sus creadores las hacen, pero luego las usan y las siguen perfeccionando.

Y eso se nota.

Yo apostaría a que los desarrolladores de Wuaki se bajan las pelis por torrent cuando llegan a casa, y que los de Yomvi/Movistar se las intercambian en la oficina. Y que todos los que escriben por ahí recomendando el tristemente llamado «consumo legal» tienen un disco de pelis en alguna parte.

Pero no me parece dificil pensar que haya desarrolladores en Netflix que ni se lo planteen. Y no es que no sepan descargarse videos de Internet, que me jugaría algo a que saben hacerlo mucho mejor que muchos de nosotros. Es que ellos no lo necesitan.

Mis hijos ya no abren la aplicacion de Clan, yo estoy viendo «Jessica Jones» en mis ratos libres con esa calidad brutal, y en el trabajo todo el mundo pide que le hagamos esto y aquello «como en Netflix».

Así que cuando se me ha terminado el mes de pruebas no he podido menos que suscribirme, o me echaban de casa. He cogido el plan de HD, porque el plan de 4K es imposible mientras siga siendo cliente de Telefónica. Y tendré que terminar de ver los últimos capítulos de Defiance en sitios más yonkis, mientras el mundo no cambie.

Si añadimos a eso que tengo una cuenta en Yomvi/Movistar que no uso, que he tenido una suscripción a Wuaki durante un par de meses sin que haya puesto más que un par de videos infantiles, y que sigo viendo pelis a lo yonki, entenderás lo que quiero decir.

Que sois unos cabrones, Neflix. Y que os estabamos esperando.